Introducción

Las agrupaciones de seres surgen debido a la naturaleza social de las especies en virtud de las necesidades de los mismos. Está claro que muchos animales y plantas parecen no depender de más integrantes para sobrevivir (no manadas, no parvadas ni cardúmenes, enjambres, etc...), sin embargo, es una mera ilusión. A menos que posean alguna característica partenogenética, todos los seres vivos necesitamos de por lo menos dos individuos para lograr la reproducción, lo que ya se considera un grupo en su sentido más fundamental. Inclusive nuestra constitución morfo-biológica es la configuración y organización de diversos grupos celulares. Pero no solo los seres vivos dependemos de agruparnos para lograr formar sistemas, estructuras o entidades más complejas; la condición natural del universo es la agrupación/interacción de partículas y moléculas para lograr la génesis de los fenómenos que conocemos y experimentamos. Precisamente esta es la condición que condujo al ser humano hacia el éxito como la especie dominante del momento en el planeta.

Cohesión grupal

    Antes de adentrarnos en este interesante tema, primero que nada, sería justo comprender el origen del concepto. En física, la cohesión se define como la fuerza de atracción existente entre las moléculas. En un sentido desambiguado, mayormente enfocado a la naturaleza psicológica social del ser humano, encontramos, además del grado de cohesión, la relación/vínculo entre los integrantes de una agrupación, desde la más mínima (2 seres) hasta la más grande (sociedades y civilizaciones). El grado de cohesión dependerá de la estrechez, intimidad y fuerza de estos vínculos. Dicho esto, podemos desarrollar de forma un tanto más clara lo que es la cohesión grupal.

    Básicamente, la cohesión y el grado de la misma dentro de una agrupación y entre sus integrantes se traduce en las fuerzas que forman, mantienen y dirigen a la agrupación hacia la obtención de las metas y objetivos compartidos, ya sea de manera comunal o particular.

Hormigas formando un puente para sortear un abismo

    La cohesión grupal es importante para garantizar la estabilidad y confianza en la agrupación. Pueden existir conflictos en distintos grados entre los integrantes, sin embargo, la consecución de los objetivos en función de las necesidades de los mismos es lo que garantizará la unidad. Para que esto se logre no solo basta desearlo, sino que existen fuerzas que aseguran una mayor tasa de éxito. Si algún miembro se encuentra en desacuerdo con la administración interna o la estructura de la agrupación, tiene la capacidad de manifestarlo, sometiendo su incomodidad al resto del sector para así esperar un juicio social. Si el fallo general no se ajusta a las necesidades privativas de algún socio, entonces éste tendrá que adaptarse al consenso general o abandonar la agrupación en busca de otra que se ajuste más a sus intereses particulares, sin que esto desestabilice la integridad de la sociedad. Esto no sería posible sin la cohesión que se desarrolla entre los individuos restantes del grupo, pero ¿Qué se da por manifiesto al interactuar con otros seres humanos? La diversidad.

    La gran variedad de opiniones y personalidades se cuentan por la cantidad de seres humanos que existen, existieron y existirán. Esto no solo nos nutre como especie, sino que también nos provee ciertas problemáticas a tener en cuenta (puntos de vista distintos, inconformidades, ideales en sentidos opuestos, etc…). Si cada ser humano fuera capaz de sobrevivir por sí mismo, sin la ayuda de absolutamente nadie, y si estos seres humanos fueran capaces de adquirir e implementar conocimientos avanzados sin ayuda, entonces la naturaleza social de nuestra especie estaría comprometida, pero no es así. La realidad es que tenemos necesidades y deseos, objetivos y metas. Es ese impulso que bien menciona Maslow por trascender e ir más allá de nuestras limitaciones mundanas y tridimensionales hacia objetivos inefables, más allá de la auto-realización lo que nos ha llevado a dejar de lado la particularidad para así poder abrazar la instrumentalización psico-social. Es por esto que trabajamos en conjunto, con la idea de transitar por ese camino y hacia la olla de oro al final del arcoíris de la manera menos tortuosa y satisfactoria posible… cosa que sería imposible si nuestra especie no hubiera descubierto el trabajo en equipo. Nos dimos cuenta de que, si distribuíamos y/o delegábamos las tareas en función de las necesidades, capacidades y recursos de cada uno, lograríamos la realización de nuestras metas en menor cantidad de tiempo y sin tanto desgaste.

  Cuando integramos una sociedad, es común que comencemos a notar similitudes entre nuestros compañeros y a marcar de forma exagerada las diferencias entre los miembros de otra agrupación o personas random que nos topamos por ahí. ¡La mente es una cosa maravillosa!

    El grado de cohesión en una agrupación dependerá del nivel empático de sus integrantes, la fluidez y claridad en la comunicación y la eficacia y eficiencia del colectivo.

    Para que la unidad, la solidez y la confianza, es decir, para que exista un grado de cohesión dentro de una entidad agrupacional, Festinger (1954) establece las siguientes razones:

  • Las metas, la personalidad de algunos elementos, las actividades, el status y/o el rol o posicionamiento serán cualidades atractivas.
  • La necesidad de afiliación, de estima y seguridad establecida por Maslow se resuelve, aparentemente, al integrar una agrupación.
  • Se logra la sensación de pertenencia, de la manera más esencial.
  • Los seres humanos comparan las agrupaciones entre sí para poder establecer la que más se ajuste a sus intereses y necesidades.
    El siguiente video complementa lo anteriormente mencionado:

Dinámicas para trabajar la cohesión de grupo


Autor/a: L.P. Rafael Sánchez Rodríguez


Referencias

IEU (s.f.) Semana 2. Dinámica de Grupos, Unidad III. Procesos Básicos de los Grupos. https://lic.ieu.edu.mx/pluginfile.php/328522/mod_resource/content/1/Apuntes%20S2.pdf

Universidad Nacional de Educación a Distancia. Procesos Grupales y Relaciones Intergrupales. Psicología Social. Madrid, Esp.

T, Eulalia. (2009) Identidad y Cohesión en la Práctica de la Dinámica de Grupos. La Práctica de la Dinámica de Grupos. España. UOC.


Hormigas formando un puente.




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